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EL PODER DE LAS PAUSAS ACTIVAS

Un recurso invaluable para recuperar el bienestar en el día a día.

  • ¿Sabías que las jornadas largas de trabajo o estudio, donde no paras, causan serios daños a tu cuerpo y emociones?

En la vorágine de la vida moderna, dedicamos cada vez más horas y horas a nuestras tareas, manteniendo posturas por periodos prolongados, o permaneciendo sentados demasiado tiempo, sin siquiera levantar la vista de la pantalla. Estas largas jornadas de trabajo o estudio pueden pasar factura a tu salud física y mental.

Es por eso que las pausas activas se han convertido en recurso invaluable para la prevención y recuperación de la salud en general.

¿Qué son las pausas activas?

Las pausas activas son breves intervalos de tiempo durante los cuales nos apartamos de nuestras actividades principales para realizar ejercicios físicos y mentales que ayudan a revitalizar nuestro cuerpo y mente. Estas pausas no solo nos permiten recargar energías, sino que también promueven la concentración, la productividad y la salud en general.

Beneficios de las pausas activas

1. Mejoran la circulación sanguínea
El movimiento durante las pausas activas ayuda a estimular la circulación sanguínea, lo que a su vez aumenta el flujo de oxígeno hacia el cerebro y los músculos. Esto no solo nos mantiene alerta y concentrados, sino que también previene la fatiga y reduce el riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con la inactividad.

2. Reducen el estrés y la tensión muscular
Realizar ejercicios durante las pausas activas ayuda a liberar la tensión acumulada en los músculos y a reducir los niveles de estrés. Estos breves momentos de actividad física pueden ser especialmente beneficiosos para aquellos que pasan largas horas sentados frente a un escritorio, ya que ayudan a prevenir dolores de espalda y otros problemas musculares.

3. Aumentan la concentración y la productividad
Tomarse unos minutos para realizar una pausa activa puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para concentrarnos y mantenernos enfocados en nuestras tareas. Al regresar a nuestras actividades después de una pausa activa, es probable que nos sintamos más alerta, creativos y motivados para trabajar de manera eficiente.

Ejemplos de ejercicios para pausas activas

1. Conciencia interna: toma un momento para cerrar tus ojos y observar como estás. Revisa tus sensaciones corporales, haz un registro de cada parte de tu cuerpo y como se siente. Revisa tus emociones también y si hay alguna necesidad por resolver internamente. Escúchate y acompáñate aceptando lo que está ocurriendo en tu interior sin juicios. Solo con el ánimo de estar contigo empáticamente.

2. Estiramientos de cuerpo completo: dedica unos minutos a estirar todos los grupos musculares principales, desde el cuello hasta los tobillos. Estirar los brazos por encima de la cabeza, inclinar el cuerpo hacia los lados y rotar los hombros son ejemplos de estiramientos simples pero efectivos.

3. Ejercicios de respiración: practica técnicas de respiración profunda para relajar la mente y reducir el estrés. Inhalaciones profundas seguidas de exhalaciones lentas y controladas pueden ayudarte a calmar la mente y revitalizar el cuerpo.

4. Mini sesiones de ejercicio cardiovascular: realiza ejercicios como saltos en el lugar, saltos de tijera o correr en el sitio durante uno o dos minutos para aumentar la frecuencia cardíaca y activar tu cuerpo.

5. Ejercicios de movilidad articular: realiza movimientos circulares con las articulaciones, como los hombros, codos, muñecas, caderas, rodillas y tobillos, para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez.

6. Abrazo de contención: regálate un abrazo sincero y cariñoso a ti mism@. Acompáñate desde el amor, dándote ánimos y reconociendo tu valor. No puedes sentir soledad cuando estás genuinamente contigo. Esto reducirá tu estrés y te recordará los motivos por los cuales haces lo que haces.

Incorporando pausas activas en tu día a día

Para obtener los máximos beneficios de las pausas activas, es importante incorporarlas de manera regular en tu rutina diaria. Programa breves descansos cada hora o cada dos horas, y utiliza ese tiempo para realizar ejercicios físicos y mentales que te ayuden a recargar energías y mantener el bienestar a lo largo del día.

No subestimes el poder de las pausas activas. Estos breves momentos de actividad pueden marcar una gran diferencia en tu salud y bienestar general.

¡Atrévete a incorporarlas en tu día a día y descubre los increíbles beneficios que pueden aportar a tu vida!


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